Al final, creo que hablamos de lo mismo que insinué yo al principio. Cuando trabajas en algo y vives de ello día a día, surgen los problemas, todo no es belleza alrededor, unos días disfrutas y otros no, consecuencia, ya lo dije antes, me alegro de dedicarme profesionalmente a algo que no es la música, más que nada por que cuando toco el saxo el clarinete, o simplemete cuando estoy en casa con el Band in a Box, Sibelus o similares, estoy simplemente por que quiero, y lo hago para divertirme, en cambio si supiera que lo estoy haciendo por que me obligan, por que de ello depende la subsistencia de mi familia, pues como que ya no sería igual, no disfrutaría igual.
Yo al contrario que joaquín no tuve la oportunidad de decidir, no tuve una familia musical, fuí el único especimen familiar, al que le llamó la atención, y a pesar de que con cinco años, yo solo aprendí a leer notas en una partitura, pues a nadie de mi entorno se le ocurrió pensar, que lo suyo sería mandarme al conservatorio, ni siquiera cuando con 10 años aprendí solo a tocar la flauta, se dignaron pensar en ello, todo esto en los años 70 cuando no había información sobre nada, salvo que tu vecino te la contara, y mis vecinos tampoco eran músicos. Que hubiera ocurrido si alguien me hubiese alentado, pues ya no puede saberse, y como no tenía un 4º de música, (fuera el instrumento que fuera) contra un 4º de carrera, pues me dediqué a la electrónica, eso sí se me permitió apostar personalmente por la informática, (que en aquella época no existían estudios específicos para la informática), y ahí me lancé.
Al igual que Joaquín aplaudo ampliamente a los que se tiraron al charco de la música, que nunca fué fácil, y no creo que en el futuro lo llegue a ser, pero hay que reconocer la valentía de los que se dedican por entero a ello, y que por supuesto como decían Dany o terminan dedicándose a la enseñanza, o a ver que salida tienes.
Pero lo que al final hemos contado prácticamente todos es que cuando la rutina te rodea, lo más divertido del mundo se convierte en un auténtico coñazo, por lo que me reitero, me alegro de no tener que depender de la música para vivir, eso me dota del extra de hacerlo, por el simple hecho de que disfruto de ello.