Miguel Lopez
Fresh Member
Hace tiempo que no posteo nada en el foro si no es en el subforo de segunda mano.
Realmente no tengo mucho tiempo, pero sigo activo con el saxo y me interesa su mundo. De todas formas con lo que sí he perdido el interés es con las disquisiciones sobre el efecto sonoro de ciertos elementos, y en muchos temas de discusión en los que he participado alguna vez empiezo a no ver sentido en el discurso.
Uno cambia de parecer con la edad y supongo que nos pasa a todos que ciertas asunciones se desmontan a fuerza de práctica y experiencia. La mí con las abrazaderas ha sido múltiple pero nunca muy intensa, como con boquillas o saxos, o incluso cañas.
Hace poco descubrí a un tipo, Jay Metcalf, que estoy siguiendo en youtube (BetterSax) que viene a poner una opinión incómoda al respecto, y que se parece mucho a las conclusiones a las que yo llegué también con la experiencia. La abrazadera está fundamentalmente para sostener la caña pegada a la boquilla, ni más ni menos, y debe tener una serie de ventajas esenciales que a menudo se ignoran en prop de una mejora sonora. A criterio de Metcalf estas son:
[ul]
[li]Tiene que estar bien hecha[/li]
[li]Tiene que ser para toda la vida[/li]
[li]Tiene que ser adecuada a un amplio número de boquillas[/li]
[li]Tiene que ser fácil de poner y quitar[/li]
[li]Tiene que mantenerse fija[/li]
[li]Tiene que contar con un buen boquillero, que poder poner encima fácilmente en un escenario oscuro, pone como ejemplo[/li]
[li]Y debe tener un tornillo, con el que ajustar el agarre fácilmente[/li]
[/ul]
Parecerá de perogrullo, pero son características que no se dan en algunas de las más cotizadas, y si es el caso tienen pegas serias como un acabado tosco que puede rallar la tabla de la boquilla (véase la FL, por ejemplo).
Últimamente estoy usando una Theo Wanne que conservé de una de tenor, por ser la única que se ajusta a mi boquilla de barítono, y una BG de metal, ligera y firme de un solo tornillo que no me da los problemas de otras más famosas en una boquilla antigua de alto.
Todo lo demás sobre el sonido, empieza a ser un sospechoso empeño del fabricante por distinguir su producto con propiedades poco menos que mágicas en el toque y la facilidad de emisión.
Ahí os dejo el vídeo de Metcalf para que le echéis un ojo (está en inglés pero puede seguirse bien):
Realmente no tengo mucho tiempo, pero sigo activo con el saxo y me interesa su mundo. De todas formas con lo que sí he perdido el interés es con las disquisiciones sobre el efecto sonoro de ciertos elementos, y en muchos temas de discusión en los que he participado alguna vez empiezo a no ver sentido en el discurso.
Uno cambia de parecer con la edad y supongo que nos pasa a todos que ciertas asunciones se desmontan a fuerza de práctica y experiencia. La mí con las abrazaderas ha sido múltiple pero nunca muy intensa, como con boquillas o saxos, o incluso cañas.
Hace poco descubrí a un tipo, Jay Metcalf, que estoy siguiendo en youtube (BetterSax) que viene a poner una opinión incómoda al respecto, y que se parece mucho a las conclusiones a las que yo llegué también con la experiencia. La abrazadera está fundamentalmente para sostener la caña pegada a la boquilla, ni más ni menos, y debe tener una serie de ventajas esenciales que a menudo se ignoran en prop de una mejora sonora. A criterio de Metcalf estas son:
[ul]
[li]Tiene que estar bien hecha[/li]
[li]Tiene que ser para toda la vida[/li]
[li]Tiene que ser adecuada a un amplio número de boquillas[/li]
[li]Tiene que ser fácil de poner y quitar[/li]
[li]Tiene que mantenerse fija[/li]
[li]Tiene que contar con un buen boquillero, que poder poner encima fácilmente en un escenario oscuro, pone como ejemplo[/li]
[li]Y debe tener un tornillo, con el que ajustar el agarre fácilmente[/li]
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Parecerá de perogrullo, pero son características que no se dan en algunas de las más cotizadas, y si es el caso tienen pegas serias como un acabado tosco que puede rallar la tabla de la boquilla (véase la FL, por ejemplo).
Últimamente estoy usando una Theo Wanne que conservé de una de tenor, por ser la única que se ajusta a mi boquilla de barítono, y una BG de metal, ligera y firme de un solo tornillo que no me da los problemas de otras más famosas en una boquilla antigua de alto.
Todo lo demás sobre el sonido, empieza a ser un sospechoso empeño del fabricante por distinguir su producto con propiedades poco menos que mágicas en el toque y la facilidad de emisión.
Ahí os dejo el vídeo de Metcalf para que le echéis un ojo (está en inglés pero puede seguirse bien):