Totalmente de acuerdo con Chamilis y Mephistet. Esos pequeños pitidos en los ataques se deben en primer lugar a una caña demasiado blanda para la presión de aire que ejerces, eso unido a cierta tensión que veo en la embocadura y que puede ser debido al momento escénico en que te encuentras. Una caña blanda tampoco tiene necesariamente que pitar pero es más fácil que lo haga si no se sabe controlarla. Como decía Mephistet, esos pitidos irán desapareciendo con el tiempo, todos hemos tenido esos problemas e incluso aún con muchos años de experiencia nadie puede decir que esté fuera de peligro. Más si cabe, cuando usamos boquillas de jazz muy abiertas, ahi el peligro es inminente, aunque en el jazz esos pitiditos son un elemento afín a este tipo de música.
Con una caña más dura, el sonido también mejorará. Mis alumnos mayorcitos como tú, utilizan cañas del 3, incluso con la C**, y les funciona prefectamente, sólo es cuestión de acostumbrarse. Pero vamos, la C* es una boquilla muy cerrada, muy cómoda y yo probaría con el 3 directamente.
Con la nueva caña, un poco más de relajación en la embocadura y cuello, y algo menos de presión de aire en los ataques, seguro que el problema desaparece.
Un problema que ocurre a veces es también el de la temperatura ambiente. Recuerdo un año en el examen ante tribunal, cuando habiendo calentado el saxo en un aula a temperatura ambiente (mes de Junio), pasé seguidamente a la sala de examen donde el tribunal estaba bien fresquito, tanto que me pareció ver pingüinos y osos polares al fondo.
Ese brutal cambio de temperatura sin la debida aclimatación, hizo que mi caña pitara en el registro agudo sin la más mínima compasión. Y esto ocurre muchas veces en verano cuando salimos a auditorios yo diría excesivamente refrigerados, bueno para el público pero malo para nuestros instrumentos y cañas.
Desde luego también influye y mucho la cantidad de boquilla que te introduzcas. Si lo haces en exceso, el sonido se volverá feo y nasal y la probabilidad de que pite será mucho mayor. Apoya los dientes aproximadamente a 1'5 cm. de la punta de la boquilla, el punto exacto ya lo irás encontrando tú, pero sirva esto de referencia. Un compensador gordo en el que los dientes queden bien clavados ayuda también a fijar esa posición.
Y ánimo Francis, que eso suena muy bien para solo año y medio tocando. Mándanos la siguiente audición a ver que tal.
PD: A TODOS: Nunca reconozcáis a nadie que os ha pitado el saxo. Decid que os apetecía hacer un armónico en ese momento.
