ANTONIO FERNANDEZ
Fresh Member
Hola a todos!
Como el amigo Mephis siempre nos cuenta aquí sus peripecias viajeras, yo me voy a animar a contaros mi experiencia por yankilandia.
Todavía estoy con un poco de jet-lag (o a lo mejor es el síndrome post-vacacional), pero hay va.
En lo extramusical, ha sido un tour de force en toda regla, 20 días, 6 estados, 7 ciudades, un parque natural... 2000 km en coche y muchas horas de avión, pero todavía sigo flipando. Realmente increible conducir descapotado con la costa del pacífico a la derecha al amanecer y más todavía al anochecer o atravesar el desierto de Mojave. Viajar colgado de un cable-car en S. Francisco o cruzar el Golden Gate hasta Sausalito en bici. Incluso salir de extras en un rodaje que había en Holliwood Bv. a la altura del Kodak Theatre (sólo pasábamos por allí).
En lo musical, qué os voy a contar; en Washington vimos a la Orquesta Nacional de los EEUU en un concierto en los jardines del Capitolio en plan picnic conmemorando el Labour Day. En Boston nos pasamos por Berklee y vimos sus magníficas instalaciones y a unos imberbes tocando de putísima madre. Además, en una tienda justo en frente del Symphonie Hall, me dejaron probar un Grafton! (si, el saxo de plástico con el que tocaba Charlie Parker) Un poquito de jazz en los clubes de S. Francisco y lástima no haber pasado por Monterey (preciosa ciudad de legado español fabulosamente conservado) una semana despues, porque me hubiera encontrado a Sonny Rollings en la 50 edición de su festival de jazz. En Los Angeles, vimos el 11-S a Michel Camilo con la L.A. Phill en el Hollywood Bowld.
Y en New York, la traca final. La primera noche cenamos en el Birdland viendo a Pharoah Sammers, al día siguiente (domingo) volvimos a "el rincón del Jazz del Mundo" para ver a la Chico O´Farrill Afro-Cuban Orchestra dirigida por su hijo Arturo, que además habla un perfecto castellano y nos dedicó muy amablemente un disco. El martes, despues de tres horas de cola amenizadas por el quinteto de metales que montaron los solistas, vimos el ensayo general del concierto de inauguración de la temporada de la NY Phillarmonic con Yo-yo Ma tocando un maravilloso Dvorack (por cierto, hay un clarinetista mallorquín aunque oriundo de Benifaió, Pascual Martinez Fortea, otro crack) . Y ahora lo que más envidia os dará, por fin he encontrado un tudel para mi saxo, aunque me pasé la mañana probando en el estudio de Yamaha, gracias a las gestiones de Roberto y su equipo en Roberto´s Winds, donde me pasé otra mañana probando boquillas, saxofones y mas tudeles (creo que un dia de estos le encargaré un Paraschos...)
Entre la calle 46 y 48 con la 7 y broadway, o sea en Times Square, hay 5 o seis tiendas con un montón de saxofones nuevos y vintages que se merecen una buena visita.
Por supuesto, han venido un montón de discos, partituras y accesorios...pero es que el cambio era muuyy faborable al euro.
Pues nada, animaros que total a NY sólo son 7 horas de avión.
Como el amigo Mephis siempre nos cuenta aquí sus peripecias viajeras, yo me voy a animar a contaros mi experiencia por yankilandia.
Todavía estoy con un poco de jet-lag (o a lo mejor es el síndrome post-vacacional), pero hay va.
En lo extramusical, ha sido un tour de force en toda regla, 20 días, 6 estados, 7 ciudades, un parque natural... 2000 km en coche y muchas horas de avión, pero todavía sigo flipando. Realmente increible conducir descapotado con la costa del pacífico a la derecha al amanecer y más todavía al anochecer o atravesar el desierto de Mojave. Viajar colgado de un cable-car en S. Francisco o cruzar el Golden Gate hasta Sausalito en bici. Incluso salir de extras en un rodaje que había en Holliwood Bv. a la altura del Kodak Theatre (sólo pasábamos por allí).
En lo musical, qué os voy a contar; en Washington vimos a la Orquesta Nacional de los EEUU en un concierto en los jardines del Capitolio en plan picnic conmemorando el Labour Day. En Boston nos pasamos por Berklee y vimos sus magníficas instalaciones y a unos imberbes tocando de putísima madre. Además, en una tienda justo en frente del Symphonie Hall, me dejaron probar un Grafton! (si, el saxo de plástico con el que tocaba Charlie Parker) Un poquito de jazz en los clubes de S. Francisco y lástima no haber pasado por Monterey (preciosa ciudad de legado español fabulosamente conservado) una semana despues, porque me hubiera encontrado a Sonny Rollings en la 50 edición de su festival de jazz. En Los Angeles, vimos el 11-S a Michel Camilo con la L.A. Phill en el Hollywood Bowld.
Y en New York, la traca final. La primera noche cenamos en el Birdland viendo a Pharoah Sammers, al día siguiente (domingo) volvimos a "el rincón del Jazz del Mundo" para ver a la Chico O´Farrill Afro-Cuban Orchestra dirigida por su hijo Arturo, que además habla un perfecto castellano y nos dedicó muy amablemente un disco. El martes, despues de tres horas de cola amenizadas por el quinteto de metales que montaron los solistas, vimos el ensayo general del concierto de inauguración de la temporada de la NY Phillarmonic con Yo-yo Ma tocando un maravilloso Dvorack (por cierto, hay un clarinetista mallorquín aunque oriundo de Benifaió, Pascual Martinez Fortea, otro crack) . Y ahora lo que más envidia os dará, por fin he encontrado un tudel para mi saxo, aunque me pasé la mañana probando en el estudio de Yamaha, gracias a las gestiones de Roberto y su equipo en Roberto´s Winds, donde me pasé otra mañana probando boquillas, saxofones y mas tudeles (creo que un dia de estos le encargaré un Paraschos...)
Entre la calle 46 y 48 con la 7 y broadway, o sea en Times Square, hay 5 o seis tiendas con un montón de saxofones nuevos y vintages que se merecen una buena visita.
Por supuesto, han venido un montón de discos, partituras y accesorios...pero es que el cambio era muuyy faborable al euro.
Pues nada, animaros que total a NY sólo son 7 horas de avión.