Hola:
En mi opinión hay dos cosas básicas y principales para poder tocar en condiciones el saxo: la respiración y la columna de aire (ya que nos da la materia prima del sonido, el aire) y la embocadura (te proporcionará el control sobre el instrumento).
Sin una embocadura correcta será muy difícil, por no decir imposible, poder llegar a dominar el instrumento. Ahí es donde entra el tema de la boquilla. Para empezar yo recomendaría una boquilla cerrada tipo C*, AL4, o alguna Vandoren V5 (estas son un poco más puñeteras para empezar) y afianzar la embocadura, éstas son más fáciles de controlar y es más difícil preparar algún desaguisado (un mal vicio es muy difícil de quitar), con una buena embocadura se avanzará mucho más rápido y seguro.
Las boquillas abiertas o con baffles son difíciles de dominar, ya que son muy versátiles y exigen mucha flexibilidad, se toca de manera distinta. La emisión es más difícil, la homogeneidad de registros también y no digamos la afinación.
Si la embocadura no está estable ya veremos cómo consigo flexibilidad.
Mi mujer puede hacer sonar decentemente una C*, peo no saca ni una nota con la A45 o con la Meyer 6M.
Dentro de las boquillas de jazz, la Meyer, no es demasido extrema (yo toqué una época con una 6M), pero es más difícil de controlar que una C* o similar.
Mi consejo: afianza la embocadura, "domina" el saxo y luego busca algo más exigente y versátil. El camino más seguro y sencillo: C* o similar (boquilla fácil de controlar).
Los saxofonistas estamos hartos de oír decir que el saxo es un instrumento fácil, el instrumento de los payasos. A lo que yo replico: "Fácil de tocar mal". Un sonido nasal y destimbrado lleno de agudos, a caña del 0.25, no porque esa boquilla o nosotros busquemos ese sonido, sino por cañas blandísimas y embocaduras relajadísimas. Falta total de proyección, ataques y emisión verdaderamente atroces, falta de homogeneidad: a gaita en el agudo y a sirena de barco en el grave, afinación totalmente supuesta .................. Todo ello causado por una nefasta embocadura. El saxofón es un instrumento fácil y asequible para empezar, pero con una serie de problemas subyacentes que no hay que descuidar. Consigue controlar la embocadura y tendrás mucho camino andado.
Sea cual sea el sonido que estemos buscando, éste debe cumplir unas condiciones: homogeneidad, emisión, más o menos cuerpo, afinación, presencia, proyección.................................. Todo ello es más fácil de obtener, controlar y aprender a controlar con una boquilla "fácil", más o menos cerrada. Quizá no nos dé el timbre que tenemos en mira, pero sí nos puede proporcionar todo lo demás. Una vez que se tenga todo lo demás controlado, vamos a por ese timbre tipo Maceo Parker o Kenny Garret o Brecker (RIP).............. Con nuestra nueva boquilla tendremos un timbre más cercano a nuestras espectativas, pero todo lo demás será más difícil de controlar, si en la C* somos capaces de hacerlo, en la nueva también lo seremos (quizá no a la primera). Si con una boquilla cerrada no obtenemos control, mal veo la cosa con una más abiera o con baffle. Empezar con boquillas abiertas puede ser difícil.
De todos modos, el profesor que te vea de cerca día a día es el que debe tomar las decisiones y aconsejarte.
Es mi humilde opinión y consejo, espero ayudar.
Saludos