J.Silguero interpreta la Rapsodia de Debussy con la OSE

Fechas:
Jueves 17 de Enero 2008
20:00 horas
Teatro Principal de Vitoria-Gasteiz

Viernes 18 de Enero 2008
20:00 horas
Teatro Amaia de Irun

Intérpretes:
Orquesta Sinfónica de Euskadi
Josetxo Silguero Gorriti: saxofón alto
Director: Juan José Ocón

Programa:
Rapsodia para orquesta y saxofón, Claude DEBUSSY
Líneas de Fuerza, Carlos SATUÉ
Sinfonía nr. 8 en Sol M. op. 88, Antonin DVORAK

+ info:
www.euskadikoorkestra.es
www.josetxosilguero.com

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Sobre la obra


Según el archivo de Editions Durand será la primera vez que un solista español interprete esta Rapsodia para Orquesta y Saxofón de Debussy, así como la primera audición de la misma en la península.

(La primera audición a nivel nacional tuvo lugar el 31 de enero de 1996 en Tenerife, por la Sinfónica de Tenerife y el saxofonista californiano John-Ewdgar Kelly).


Título original: "RAPSODIA PARA ORQUESTA Y SAXOFÓN"

Obra compuesta entre 1901 y 1903, es una obra original de Debussy, catalogada en la cronología de sus obras como la nº 98, y concebida entre "Lindaraja" (abril 1901) y "Las Estampas" (julio 1903). Durand, editor de Debussy, la imprimió por primera vez en 1919. Existen cuatro manuscritos originales de la obra localizados en la Biblioteca del Boston New England Conservatory of Music, y en la Biblioteca Nacional de París.

La Rapsodia para saxofón alto es el resultado de un encargo que Debussy recibió en 1901 por parte de una adinerada americana, Elise Hall. Nacida en Boston en 1853 e hija de un destacado comerciante, Elise empezó a tocar el saxofón por razones de salud, pues se le había recomendado practicar con un instrumento de viento para recuperarse de un ataque de tifus. Ya dueña de la técnica del saxofón, decidió ampliar su propio repertorio encomendando nuevas piezas a compositores de su época (Vicent D´Indy, André Caplet, Florent Schimdt...). Su interés por la cultura francesa la impulsó a dirigirse a los músicos del otro lado del Atlántico.

Debussy acogió la propuesta de la “dama del saxofón” (como el músico solía llamarla en sus cartas), por un lado motivado por la alta remuneración del encargo, aunque con reticencias por el desconocimiento que tenía del instrumento, aunque su calidad como compositor "visionario" le hizo entrever las grandes cualidades cantábiles del instrumento, tratándolo con una riqueza melódica y sonora admirable. En una carta a Pierre Louÿs de 1903, el compositor afirmaba: “El saxofón es un instrumento del que conozco poco las costumbres”.

Lejos de concebir como sus predecesores del siglo XIX un instrumento de fantasia capaz de veloces arpegios y frases heroicas, Debussy hace del saxofón un instrumento cantabile capaz de imponerse a la orquesta con toda delicadeza, gracias a solos de una originalidad muy particular.

Una partitura significativa

Es destacable la importancia que tiene la Rapsodia con saxofón en la evolución estética del maestro Debussy, partítura única en cuanto a la forma ideada por el compositor. El saxofón no intervine más que en pasajes de un lirismo interior muy particular, siempre con un papel "cantante", dejando a la orquesta los momentos veloces, extrovertidos, decididamente rítmicos. Debussy quiso crear un saxofón-voz, interviniendo episódicamente, como el papel otorgado al cantante en las sinfonías de su contemporáneo Mahler.

Debussy ha escrito una obra para Orquesta y Saxofón, y no lo contrario!. En esta Rapsodia, el saxofón es música.

La Rapsodia con saxofón demuestra una profunda renovación del pensamiento y lenguaje del gran maestro francés, siendo un punto de referencia indispensable en su genial produción.

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