Interesante tópico este. Pueden pasar este tipo de cosas, nos suceden a todos, pero creo que lo principal es no olvidarse porque uno toca música (esté en el nivel que esté). Creo que uno lo hace porque no puede vivir sin ello. Como dice el "Free play" citado anteriormente: "La creación artística es algo así como una droga, sólo que en vez de quitar vida, la da". Puede ser que a veces parezca que no avanzamos lo que creemos que deberíamos avanzar, pero no es así. Lo que pasa es que uno a veces es más exigente con uno mismo que con los demás. Cosas que perdonamos en otros (especialmente en "grandes" intérpretes), no las toleramos en nosotros.
Personalmente creo que a lo que uno debería apuntar es a tocar artísticamente lo que está a nuestro alcance. Un tipo puede tocar "el arroz con leche" de forma artística, si por el momento no tiene recursos para tocar otra cosa., en oposición a tipos que tienen una gran digitación, conocen 70 mil escalas, saben muchísimo de armonía y tocan una cagada sin que haya rastros de arte. Creo que no hay que desesperarse porque uno no puede tocar "por ahora" como uno quisiera. Creo que la práctica constante va ampliando los horizontes, y si hoy tocamos "solo el arroz con leche", mañana llegaremos un poco más adelante y pasado mañana más, y así sucesivamente...
Y con respecto a los nervios de tocar delante de la gente. Sí, es normal, y saludable, sentir la responsabilidad de hacer algo bien. Pero acaso uno no toca delante de la gente para que esa gente pase un rato agradable? Entonces, porque no compartir ese rato y ofrecernos de la mejor manera, es decir disfrutando nosotros también de ese momento? Yo a veces escucho a cantantes o actores de teatro que dicen que se ponen nerviosísimos antes de salir a escena y que el día que no sientan esos nervios no actuarán más porquer dicen que se fue "la magia" y toda esa sarta de boludeces. la verdad no lo entiendo, uno hace esto para sentirse bien, no para sentir nauseas, ganas de vomitar y pasar un rato de mierda cada vez que va a tocar. Además, nadie va preso ni a nadie le retiran el saludo por pifiar una nota. Creo que no hay que temerle tanto a equivocarnos, la mayoría de las veces, el público no se da cuenta, pero principalmente creo que los "errores" a veces pueden devenir en algo interesante. EL gran guitarrista argentino Miguel "Botafogo" Vilanova dice que de la capitalización positiva de los errores surgen cosas alucinantes. Seguramente esas cuatro o más horas que uno practica y cree que pasan en vano, tienen una marcada influencia en la cantidad de errores que cometamos (reduciéndolos) y seguramente saldrán a la luz en el momento de capitalizar a nuestro favor esos "errores".
Por eso, como dice el dicho, a no alfojar y siempre avanti... (a los que conocen el dicho, no lo tomen de forma tan literal por favor, je,je,je