Muy interesantes todas las aportaciones, especialmente la de Totti al descubrir un nuevo producto que nos puede servir para este fin.
Como comenta Tamiflu, en este tipo de situaciones no hay que descuidar que parte (al menos) del problema tenga su origen en una embocadura incorrecta, con mucha presión de los dientes sobre el compensador. A veces inconscientemente, cuando estamos aprendiendo un tema nuevo o algún ejercicio se nos resiste, tendemos a apretar más la mandíbula con todos los malos efectos que esto genera, incluido el deterioro rápido del compensador.
En el caso concreto de nuestro amigo Saxualt, la visita al dentista creo que sería lo más operativo porque seguramente le resolverá el problema de manera sencilla y efectiva, bien limando la pieza más grande o bien compensando la pequeña como señala Gallillo (a mi hijo le hicieron algo parecido con un diente roto y lleva con el añadido un montón de años sin novedad).
Yo por cierto, uso compensadores 3M de 0,8 mm. y me duran un montón.
Saludos.