Hola Enrique:
Cuando noto que alguno de mis alumnos quiere sacar de la Selmer C* más de lo que ésta puede dar, le aconsejo que cambie a la C** y hasta la fecha todos han quedado más que satisfechos. Hay un pequeño periodo de adaptación hasta que uno se hace a la nueva abertura, pero la recompensa es una mayor sonoridad a todos los niveles, y sobre todo en el registro agudo, mayor facilidad para los armónicos, etc. Yo mismo utilizo esta boquilla para clásico en el alto y tenor.
Esto no excluye para nada la opción anterior de Vandoren u otras marcas. Como se ha dicho tantas veces en este foro, y siempre que tengas la posibilidad, prueba todas las boquillas que puedas antes de comprar, que si no acabas como muchos de nosotros, con una colección de boquillas que no se usan.
Otra idea es que antes de cambiar de boquillas, pruebes con cañas más duras de las que usas. Hay mucha gente, incluso profesionales, que utilizan la Selmer C* durante toda su carrera, eso si, con cañas del 3'5 o 4.
Dale presión desde el diafragma al registro agudo, no oprimas la embocadura, abre la garganta, no tensiones el cuello ni demás músculos de la cara, no subas los hombros y algo muy importante, canta interiormente la nota que vayas a tocar. En el saxo, como en cualquier instrumento de viento, antes de que suene la nota en tu instrumento ya debe estar sonando en tu cabeza. Muchísimos fallos de emisión y de afinación se producen porque la gente sopla sin saber que es lo que debe sonar y no prepara todos los elementos necesarios para emitir esa nota correctamente. De ahí, la importancia de la entonación cuando estudiamos solfeo, o lenguaje musical que se dice ahora.
Saludos compañero. 8)