Todos tenemos algún día en el que nos da pereza tocar y en el que encontramos mil cosas más interesantes que hacer en ese momento antes que sacar la flauta de su estuche. Si esto ocurre puntualmente, no le daremos importancia (desconectar de vez en cuando viene bien), pero y ¿si pasan días, semanas o meses y sigo sin ganas de tocar una sola nota? ¿Es algo normal? Sí, es algo completamente normal que le puede ocurrir a todo el mundo, sea cual sea su ámbito laboral: eres víctima de la desmotivación.

