EL MÉTODO EN LA ENSEÑANZA MUSICAL INSTRUMENTAL ELEMENTAL: UNA PROPUESTA DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
Israel Mira
Profesor de Música y Artes Escénicas. Conservatorio Superior de Música “Oscar Esplá”. Alicante.
Profesor en la Universidad de Alicante de Didáctica de la Música en el Curso de aptitud Pedagógica. Doctor en Ciencias de la Educación.
María Isabel Vera
Profesora Titular de Didáctica. Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Alicante.
Departamento de Didáctica General y Didácticas Específicas.
Doctora de las Ciencias Sociales.
RESUMEN
El siguiente artículo tiene como objetivo exponer una forma de impartir la enseñanza musical instrumental en el grado elemental. Esta propuesta está basada en un instrumento en concreto, el saxofón, aunque es aplicable a cualquier instrumento musical, especialmente a los de viento-madera.
Previamente al método propuesto, se exponen los principios pedagógicos y didácticos, tanto generales como musicales, así como los diferentes métodos de los cuales está constituido.
Este método, debe estar relacionado con los materiales didácticos y la programación para su aplicación, los cuales deben desarrollar los contenidos y su secuenciación.
Keywors
Método, grado elemental, saxofón, enseñanza-aprendizaje, constructivismo.
JUSTIFICACIÓN
Este método ha sido experimentado durante el curso escolar 2003-04 por32 profesores, pertenecientes a 56 centros de música y 151 alumnos de grado elemental con una valoración positiva con respecto al método tradicional. Forma parte de la tesis doctoral Didáctica musical para saxofón en grado elemental: una propuesta de enseñanza-aprendizaje.
EL MÉTODO DIDÁCTICO
1. Introducción
Cuando llega el momento de enseñar, se plantean varias cuestiones:
o Cómo hacerlo.
o Qué pasos tenemos que seguir
o Qué herramientas debemos utilizar
o Qué actitud debemos adoptar
o Cómo planificar una clase
Este conjunto de interrogantes conformaría lo que podríamos denominar el método, es decir, la forma en que vamos a llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Son diversas las definiciones que se han dado sobre el método, tales como: “El método es el conjunto de pasos y procedimientos que encamina a un grupo al logro de sus objetivo”. Sin embargo, según Jorquera (2004) el término método, tiene en el ámbito de la historia de la enseñanza musical connotaciones precisas, que nos llevan a entender el método como el libro, es decir, el texto que contiene ejercicios, con o sin observaciones que los acompañen.
A diferencia de la enseñanza general o incluso de la enseñanza musical general, en la enseñanza musical instrumental, el método generalmente empleado en la actualidad es el tradicional. “El modelo tradicional sigue siendo ampliamente aplicado, por ejemplo en las clases magistrales, aunque introduciendo algunos matices de innovación respecto a los tiempos de sus orígenes” (Jorquera, 2004, p.12). En este método la actividad didáctica se centra en el profesor y en los contenidos que éste transmite, siendo el alumnado una figura de carácter pasivo.
El modelo propuesto es activo, ya que se le atribuye gran importancia a la participación del alumnado. El alumnado realizará actividades con el fin de que analice y comprenda la materia, enfatizando en el descubrimiento y la experimentación, es decir haciéndole partícipe activo de su propio aprendizaje. Este modelo tiene sus orígenes en pensadores como Fröbel, Pestalozzi y Rousseau.
Pont se refiere al modelo activo en los siguientes términos:
“Los modelos activos se caracterizan en general por su planteamiento científico, ya que todos se basan en una experimentación; por la actividad, ya que aprovechan de la espontaneidad y la curiosidad del niño para guiarla y potenciarla mediante el juego, el trabajo, el arte”. “Otro rasgo común a los modelos activos es su planteamiento democrático, ya que fomentan una cierta conciencia social y el trabajo en colaboración; asimismo, estos modelos promueven y desarrollan las capacidades de autoformación y, por tanto, la posibilidad de gestionar autónomamente los intereses y motivaciones” (Jorquera, 2004, p. 13-14).
En este sentido, el método propuesto, pretende responder a un modelo activo del aprendizaje y sus ideas fundamentales van a estar determinadas por los sujetos, con sus características y realidades propias; por el contexto geográfico, social, cultural y económico en que viven; por las opciones pedagógicas, por el momento del proceso en que se encuentra el grupo y por el objetivo propio de cada clase, haciendo presente la vida real del alumno, la personalización y la socialización, el compromiso, los valores, así como su evaluación y revisión.
2. Referentes y antecedentes del método propuesto
Es necesario mostrar cuales son los referentes o bajo que concepciones se enclava este método didáctico, puesto que cualquier actuación docente vive bajo una serie de modelos, teorías o paradigmas.
Quizás la riqueza de esta propuesta didáctica se encuentre en que está revestida de las mejores ventajas que ofrecen los distintos métodos o modelos de enseñanza, gozando así de una gama multicolor en consonancia siempre con las premisas legislativas que marca el currículo y el resto del marco legal en materia educativa.
Desde una macroperspectiva y siguiendo la clasificación de Gairín, citado en Jorquera (2004), este método didáctico se enmarca en un enfoque práctico o interpretativo-simbólico. Lógicamente la flexibilidad y apertura que debe tener cualquier método, justifica y provoca que no quede encerrado dentro de un paradigma único y exclusivo, sino que en él convivan aspectos provenientes de diversos enfoques o paradigmas.
Si nos basamos en la clasificación realizada por Pont, también citado en Jorquera (2004), sobre los modelos de acción didáctica, cabría decir que este método didáctico contiene las características más señaladas e identificativas del modelo activo en cuanto a su paidocentrismo; del modelo racional-tecnológico en cuanto a la búsqueda de eficacia y logro de resultados; del modelo mediacional dada la atención a aspectos como la comunicación y los procesos internos del profesor y del alumno; y del modelo contextual por su valoración del contexto del aula.
Respecto a las teorías educativas, este método didáctico se encuentra bajo las teorías cognitivas del constructivismo, persiguiendo un aprendizaje significativo. La LOGSE y hoy día la LOE, ya nos marca de forma vinculante que el proceso de enseñanza-aprendizaje estará guiado por el aprendizaje significativo.
Este método didáctico también goza por una parte de las ventajas del aprendizaje observacional, y por otra parte de algunos de los principios de la enseñanza programada que apuntaba Skinner (Sampascual, 2001, p. 130). Estos principios son:
o Especificación de los objetivos que deberá alcanzarse al final del programa, puesto que hay una previsión de los objetivos a alcanzar.
o División del material en pequeños pasos y graduación de la materia, realizada a lo largo de las unidades didácticas.
o Participación activa del alumno, a través de multitud de actividades como por ejemplo el marcado de las líneas divisorias de compás.
o Ritmo establecido por el estudiante.
Respecto al planteamiento de este método didáctico, se ha seguido una línea de aspiración científica, basada en la observación, la experimentación llevada a cabo y la experiencia docente acumulada por el autor, tratando de huir así de planteamientos meramente filosóficos.
En cuanto al estilo docente aplicable en este método didáctico, es generalmente el denominado estilo democrático o participativo guiado. También es observable la aplicación del currículo oculto, a través de varios aspectos tales como la colaboración entre los alumnos (realizando los dúos), el respeto por la individualidad personal, etc.
En este método didáctico se persigue que el alumno cultive procesos como la actividad, la cognición y la creatividad, siguiendo este orden de prioridades. El método propuesto está compuesto por los principios didácticos fundamentales ya planteados por Palacios de Sans (1998):
• Principio de proximidad, puesto que parte de aspectos próximos a la vida del niño, con el juego, las canciones infantiles, etc.
• Principios de ordenamiento. Pues va de los simple a lo complejo.
• Principio de adecuación. Dado que se adapta a las necesidades y posibilidades del educando.
• Principio de la participación y de la vivencia. Se trata una educación activa.
• Principio de la espontaneidad. Promueve la creatividad.
• Principios de la autocorrección.
• Principio de la eficiencia.
Para la aplicación del método, se deben tener en cuenta los siguientes principios pedagógicos generalmente reconocidos:
• Adecuar los contenidos y su secuenciación al momento y situación del desarrollo evolutivo del alumnado.
• Motivarlo mediante su actividad y participación en el proceso.
• Respetar las peculiaridades del alumnado.
• Utilizar procedimientos y recursos variados que estimulen la capacidad crítica y creativa.
• Procurar que la asimilación de los contenidos conceptuales por parte del alumnado se complete con la adquisición de contenidos procedimentales y actitudinales.
• Ejercitar la creatividad.
De forma general, se aplicarán técnicas inductivas (observación, experimentación, comparación, abstracción, generalización), deductivas (aplicación, comprobación, demostración), analíticas (división, clasificación) y sintéticas (conclusión, definición, resumen).
3. Principios metodológicos propios
El método se basa en los siguientes principios:
A) El sistema de clases individualizado.
B) El constructivismo como sistema metodológico.
C) La utilización de la canción popular.
D) El desarrollo de la rítmica por medio del cuerpo.
E) Hacer del juego el vínculo del aprendizaje.
F) La improvisación y la creatividad como factor de desarrollo musical.
G) Adecuar los contenidos a los intereses de los alumnos.
H) Enseñar a aprender.
I) El análisis como herramienta fundamental para la clase de instrumento.
J) La utilización de las nuevas tecnologías como herramienta de trabajo: CD Audio y ordenador.
K) Educar en valores.
L) La imitación.
Además este método pretende ser abierto para que se aplique en función de cada alumno en particular y del mismo modo adopte nuevas fórmulas según el conocimiento y la práctica.
4. Descripción de los principios metodológicos propios
A) El sistema de clases individualizado.
Se entiende como sistema individualizado, también llamado semicolectivo, aquel que agrupa a un pequeño grupo de dos o tres alumnos de un mismo curso, donde todos participan de lo colectivo y específicamente lo individual de cada uno, realizando así un aprendizaje colaborativo. Con ello:
1. Fomentamos la interacción entre los alumnos.
2. Se pueden realizar trabajos en grupo o cooperativos.
3. Valoramos o cuestionamos las opiniones de los demás.
4. Llevamos un seguimiento de los avances de nuestros compañeros con relación a nosotros mismos.
5. Podemos trabajar conjuntamente las diversas técnicas del instrumento como respiración, la afinación, el ritmo, la creatividad, dúos, tríos, y con todo ello fomentar la actividad del alumno.
6. Aprenden unos de otros.
7. Rentabilizamos el tiempo.
En resumen, la interacción que se produce en el sistema, crea dinamismo, participación, comparación y sociabilidad.
En cuanto al número de clases, atendiendo a la normativa vigente sobre ratio profesor/alumno, son preferibles dos clases de media hora semanal en lugar de una clase de una hora semanal. Sobre todo en el primer y segundo curso. Ello va a estar condicionado por la situación poblacional, es decir por la lejanía del hogar familiar con respecto a la escuela de música o conservatorio y por la coordinación que se pueda establecer con las otras asignaturas.
Dicho todo ello, no quiere decir que tengan que desaparecer las clases individuales. La clase individual, está implícita en la propia dinámica de la clase individualizada.
B) El constructivismo como sistema metodológico.
El constructivismo toma como ideas fundamentales que:
1. Las personas aprenden de modo significativo cuando construyen de forma activa sus propios conocimientos.
2. Tener en cuenta el estado de los conocimientos previos (la estructura cognitiva) de una persona, es clave para la instrucción, porque determina y condiciona los aprendizajes posteriores (proceso de instrucción).
De las diferentes tendencias en concebir la construcción de los conocimientos, se propone el modelo de Piaget, conocido como el conocimiento dinámico, según el cual, los sujetos construimos el conocimiento mediante una constante interacción con las cosas y las personas, lo que nos obliga a ir modificando continuamente nuestra estructura cognitiva.
Y el modelo de Ausubel, indica que de todos los factores que influyen en el aprendizaje, el más importante consiste en saber lo que el alumnado conoce y actúese en consecuencia. Su teoría se basa en el aprendizaje significativo, es decir, se trata de construir los nuevos conceptos, conectándolos con los ya existentes en la estructura cognitiva del individuo.
C) Utilización de la canción popular
Sus líneas básicas son la utilización de la canción popular, unida a una estructura consistente y una acertada secuenciación pedagógica basada en discernimientos científicos con aplicaciones del desarrollo psico-evolutivo del alumnado, tal como propone el Método Kodàly. Ordog, L. (2000) refiriéndose a su método manifiesta: “El sueño y el objetivo de la vida de Kodály residía en educar musicalmente a las masas. Los medios que utilizó se centraban en:
a) La participación activa como mejor camino para conocer verdaderamente la música, apreciarla y disfrutarla.
b) Desarrollar el oído a través del canto.
c) Que los alumnos cuenten para su educación con el material más valioso posible: música folklórica, música artística nacional y universal.
d) La enseñanza de la lectura y de la escritura musical. Para la cual Kodály escribió muchos ejercicios pedagógicos.
e) La aplicación del solfeo relativo, lo cual facilita la entonación y el canto a primera vista” (p. introducción)”.
De este método se escoge la canción popular para desarrollar los contenidos. En la actualidad otros métodos (Molina, C. Molina, E. 2004), utilizan de forma sistemática la canción popular como medio de aprendizaje.
D) Desarrollo de la rítmica por medio del cuerpo.
El método Orff, introduce los instrumentos de percusión en la escuela y asocia el lenguaje con el ritmo musical, así como la prosodia o recitados rítmicos. Trabaja la escala pentatónica y estudia los sonidos según la secuencia SOL, MI, LA, DO, RE. Este método también otorga mucha importancia a la improvisación y a la creatividad.
Y el método Dalcroze, cosiste en: “Conocer, comprender y disfrutar de la música a través del cuerpo en movimiento; para lograr que el cuerpo sea el intermediario entre los sonidos y el pensamiento, y el intérprete de nuestros sentimientos”.
Como método para la formación musical, la rítmica Dalcroze, se propone relacionar la movilidad y la audición, el dinamismo y el espacio, la música y la danza. Su objetivo es lograr la conciencia del ritmo y del sonido, aptitud que permite la representación de la melodía y el ritmo con los matices agógicos y dinámicos.
A través del desplazamiento regular y los movimientos corporales, se va estableciendo la coordinación del tempo y la noción de acentuación regular. Entonces se comienzan a trabajar los diferentes valores rítmicos, desde dos conceptos diferentes: como sumatoria de valores cortos y como división de un valor dado. A partir de una vivencia corporal, se aborda la lectura y escritura musical en forma simultánea.
Utiliza, entre otros, el pentagrama en el suelo y el endecagrama móvil, el solfeo corporal, la aplicación de tarjetas con diversas figuras, etc.
Tomando estos principios metodológicos, se aplicarán en el método que se propone que las fórmulas rítmicas que se estudien, se realicen bajo estos parámetros, caminando o sentados.
E) El juego como proceso del aprendizaje.
Se trata en este capítulo de establecer en el método, el juego como vínculo de aprendizaje, el cual, forma parte del entorno del alumnado. Esta concepción del juego vendrá dada entre el concepto de éste y los reglamentos que toda actividad organizada debe contener, por lo que aún no pudiendo imponer al niño el juego, sí se trata de que los contenidos sean expuestos de la forma más lúdica posible.
Existen multitud de juegos que se pueden aplicar a los distintos apartados. A modo de ejemplo:
Sobre la respiración:
Cronometrar los segundos que duran en hacer una nota de larga duración.
Practicar la respiración al hinchar globos, soplar sobre un matasuegras, etc.
Respirar caminando cogiendo aire sobre un número de pasos y soltarlo sobre otro número.
Sobre la afinación:
Realizar dictados entre los mismos alumnos. Primeramente sobre un número determinado de notas, e ir aumentando según vayan profundizando en los contenidos.
Pasa la nota, consistente en que el alumnado forme un círculo y se vayan pasando la nota del anterior alumno e inventando una nueva que se tiene que acertar.
En definitiva, se trata de que los contenidos sean presentados de una forma amena, atractiva e instructiva.
F) La improvisación y la creatividad como factor de desarrollo musical.
Es un aporte de la llamada “generación de los compositores” (G. Self, B. Dennis, J. Paynter, M. Schafer, etc.) a la educación musical en las décadas del 70 y 80.
Podríamos definir la improvisación como la creación en el momento. Para improvisar al igual que para componer, necesitamos conocer sus reglas. Depende del grado de dificultad que establezcamos, la improvisación será más o menos compleja.
En la educación obligatoria actual, son numerosos los pedagogos que defienden el desarrollo de la creatividad, pues el pensamiento creativo, implica que con sus conocimientos, se realice un proceso de resolución de ideas y una necesidad de expresión. La realización de actividades que conlleven creatividad o improvisación como los juegos, los trabajos manuales, la invención de cuentos, etc., son sobradamente conocidas y aceptadas, por lo tanto en la música como arte que es, no puede quedar al margen. No se puede prescindir de habilidades inherentes al arte como el más puro sentido de creación.
Una partitura tiene muchas más garantías de ser fielmente interpretada cuanto más detalladamente se conoce. Actualmente se priman con demasía los tecnicismos de la obra y no se da suficiente importancia a los aspectos compositivos.
En definitiva, la enseñanza musical, debe abandonar ciertos caminos existentes del adiestramiento musical mecánico del intérprete, de esa máquina de hacer notas y por el contrario potenciar la creatividad y la imaginación, ganando de nuevo así la faceta del intérprete-artista, ya que las notas con sus articulaciones, matices y tiempo, no explican, por sí solas la idea musical. La armonía y la forma, son necesarias para descubrir la verdadera interpretación.
La Improvisación como Sistema Pedagógico del profesor Molina (1988) se basa en los siguientes Principios Fundamentales:
“La Improvisación es una consecuencia práctica del conocimiento del lenguaje musical y, a la vez, lo motiva y desarrolla.
El análisis y la audición son los colaboradores imprescindibles de la improvisación en orden a conseguir una completa educación musical.
La visión coherente y global de la enseñanza musical constituye un principio básico y prioritario de la formación musical.
La investigación sobre el propio material propuesto por el profesor y la creación a partir de aquélla permiten comprender y asimilar el lenguaje.
El fomento de la creatividad del alumno es la piedra en la que se asienta su proceso formativo en cualquier especialidad y nivel en que se encuentre.
Todo intérprete necesita ser un poco compositor y todo compositor un poco intérprete. Una buena interpretación supone comprensión del lenguaje. Una buena composición precisa del conocimiento, aunque sea rudimentario, del instrumental para el que se compone.
El profesor desempeña el papel de guía y conductor del proceso enseñanza-aprendizaje. La técnica instrumental debe estar basada en la comprensión del lenguaje”.
Se entiende la improvisación como un todo, para cuya consecución es necesario tener un dominio técnico y una madurez musical relativa para realizarla y además será considerada también como proceso creativo.
Por todo lo expuesto, se establece en el método propuesto la improvisación como medio de aprendizaje, desarrollándose básicamente de la siguiente forma:
En los dos primeros cursos, se irá preparando la improvisación tonal, tal y como la conocemos, conociendo el fraseo, la forma, componiendo sobre el papel, improvisando rítmicamente y sobre unas notas dadas. En tercer y cuarto curso, cuando se conocen los conceptos de tonalidad, acordes y sus grados, se realizarán las improvisaciones con estos mínimos elementos de armonías y formas conocidas. Los ejemplos están expuestos en el material curricular Cómo Sonar el Saxofón y en los Estudios Tonales, Mira (1992) (1999c).
G) Adecuar los contenidos a los intereses de los alumnos.
Uno de los pioneros en querer acercar la música sinfónica a los niños, fue Sergei Prokofiev en el año 1936, para lo cual creó el cuento musical Pedro y el Lobo. Su idea era hacer llegar a los niños la música sinfónica sin que se aburrieran. Para ello creó diversos personajes y los represento en los instrumentos. Quería personificar aspectos de la sociedad través de los diferentes protagonistas del cuento.
Lo que se trata en definitiva, es que los contenidos resulten interesantes y motivadores para los alumnos.
A modo de ejemplo cuando se quiera estudiar unos determinados intervalos, en vez de presentarlos en rudimentarios ejercicios, sería mucho más interesante para los alumnos que fueran presentados en canciones populares, canciones de actualidad, música de películas, en definitiva composiciones conocidas y que para ellos tuviera un interés añadido. Es de resaltar las opiniones del alumnado citado en el punto seis sobre las preferencias del alumnado, las cuales van en este sentido de utilizar canciones conocidas.
H) Enseñar a aprender.
Al principio de este artículo, hace referencia a la utilización por parte del profesor, de nuevos métodos basados en el constructivismo, en los cuales el alumnado juega un papel activo en su propio aprendizaje, por tanto, enseñar a aprender no es más que introducir estrategias de aprendizaje, para que se adquieran aquellas técnicas que ayuden a conseguir el fin de la forma más idónea, y permite al alumnado planificar sus propias actividades.
El objetivo es educar al alumnado a lograr su autonomía, independencia, y juicio crítico. Para Dellordine (2004):
“el profesorado debe desarrollar en su alumnado la capacidad de reflexionar críticamente sobre sus propios hechos, y por tanto, sobre su propio aprendizaje, de tal manera que la persona logre mejorar su práctica en el aprendizaje diario, convirtiendo esta tarea en una aventura personal en la que a la par que descubre el mundo del entorno, profundiza en la exploración y conocimiento de su propia personalidad…..”, “al alumnado no sólo habrá que enseñarle unas técnicas eficaces para el estudio, sino que también deberá tener un cierto conocimiento sobre sus propios procesos de aprendizaje. La vía fundamental para la adquisición de ese metaconocimiento será la reflexión sobre la propia práctica en el contexto” (p. 2).
Por tanto aprender a aprender implica: el uso de estrategias cognitivas, metacognitivas y conceptuales.
Las estrategias cognitivas son el conjunto de procesos que sirven de base a la realización de tareas intelectuales como la atención, la síntesis o el análisis.
La metacognición es el conocimiento sobre el propio funcionamiento psicológico de uno mismo, es decir, ser conscientes de lo que se hace, para que controlar sus propios procesos mentales como concienciarse, planificar o controlarse.
Dellordine (2004), “muestra de este tipo de programas son: Intervención Cognitiva y de Enseñar a Pensar “Proyecto Inteligencia” (1983) de la Escuela de Harvard; el FIE de Feuerstein (1980); el PAR (problemas, analogías y relaciones) de Román Pérez y Díez López (1988)” (p. 3)
Garrido, J.M. Grau, S. (2001) diseñan un curriculum cognitivo para el alumnado en la educación infantil, el cual tiene unos efectos muy positivos en el alumnado.
I) El análisis como herramienta fundamental para la clase de instrumento.
Si bien en la improvisación se incidía en el aspecto formal, éste no dejaba de estar al servicio de la improvisación. En el apartado que nos ocupa, está referido a realizar un análisis lo más exhaustivo posible tanto formal, como armónico y estético.
El análisis formal ayudará a tener claro el esquema de la obra y en consecuencia, una mejor memorización de la partitura.
El análisis armónico servirá para conocer la tonalidad, sus grados y las posibles modulaciones, repercutiendo en un dominio tonal de la obra.
Por medio del análisis estético, se conocerá el periodo el lenguaje utilizado y su época, contextualizando la interpretación con respecto a la estética de su tiempo.
J) Utilización de las nuevas tecnologías como herramienta de trabajo: CD, Audio y ordenador.
La utilización de las nuevas tecnologías como herramienta de trabajo, ofrece en la actualidad una serie de posibilidades desconocidas hasta hace pocos años.
El reproductor de audio y el CD, que ha sido utilizado, con el objetivo de tener un acompañamiento polifónico. El ordenador nos ofrece las mismas posibilidades pero con la ventaja de poder, a través de programas musicales como Finale, ver la partitura por la pantalla del ordenador o bien proyectada, poder cambiar la velocidad de la pieza si el virtuosismo del alumno lo requiere o añadir o quitar voces para el acompañamiento.
Estas posibilidades, ofrecen al alumno una forma de aprender más activa y motivadora que no se consiguen con el método tradicional.
K) Educar en valores.
“La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales” (Art. 27. 2. de la Constitución Española de 1978).
Por ello, es necesario tener en cuenta los valores establecidos universalmente como son los democráticos, de convivencia, de respeto al hecho diferencial cultural por creencias, raza o religión, a la igualdad entre la diferencia de sexos, el compromiso, la honestidad, el compañerismo, la solidaridad, tolerancia, la socialización o el espíritu de trabajo por las cosas bien hechas.
L) La imitación
La imitación es uno de los principales recursos del método tradicional en la enseñanza musical instrumental. Esta, ayuda a desarrollar en el alumno la observación, la atención, la concentración, la asimilación, la retención y la evocación.
Según el método Suzuki, el alumno aprende partiendo de la imitación, de la audición, de la participación activa y directa, parte de lo sensible para paulatinamente acercarse a lo intelectual.
En este sentido aplicaremos la imitación en este método, para trabajar ejercicios de afinación, como el juego como vínculo del aprendizaje, para realizar dictados, corrección de errores, etc.
Como finalización de la exposición del método, cabe mencionar el aprovechar las múltiples circunstancias que ofrece la vida diaria y que podemos utilizar para desarrollar tanto aspectos técnicos como musicales. A modo de ejemplo:
Caminar (desarrollo de la capacidad pulmonar, del ritmo).
Imitar los sonidos de la naturaleza o de la ciudad (desarrollo del oído).
Es necesario destacar, que toda forma de proceder no tendría el logro deseado sin la aplicación de los valores de trabajo, responsabilidad, respeto, afecto, disciplina y amor hacia el alumnado.
5. Conclusiones
El método propuesto responde a un modelo activo del aprendizaje. Establece unos referentes pedagógicos, psicopedagógicos y didácticos y formula una propuesta concreta.
Esta propuesta metodológica, ha sido valorada positivamente por el alumnado y el profesorado participante en el proyecto de investigación, comparándolo con el método tradicional que usaban con anterioridad.
El profesorado manifiesta que el método propuesto, aporta una nueva perspectiva de carácter cualitativo sobre la enseñanza del saxofón y por similitud a la enseñanza musical instrumental en general.
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