Si es cierto que la imitación es la mas sincera forma de halagar a alguien, entonces hubo una tórrida relación
amorosa con el saxofón durante los años siguientes de la I Guerra Mundial a través de los crepitantes años veinte. Parece que una nueva idea instrumental, adaptación, o intercambio de inventores, fabricantes, o intérpretes encontraron por este camino el saxofón.
Un prototipo, como el alto Lomis; un modelo de producción como el King Saxello; o un esbozo de patente como el artilugio diseñado por Bill Drews para tocar 3 saxofones a la vez, el saxofón
era el centro de atención y misericordia tanto práctico, imaginativo y extravagante.
El Slide Saxophone es uno de los instrumentos mas extraños que hubo en esa era. Es un saxofón con una variación infinita de la entonación ya que puede deslizarse, yendo de una nota a otra de manera muy parecida a la voz de los cantantes. Como el trombón, no existen una escala cromática definida en cada nota. Las notas exactas quedan bajo el dominio del oído y destreza física del interprete. Hay diferentes variedades de Slide Saxophone; cada saxofón esta hecho (mas o menos) con boquilla de lengüeta simple (normalmente tamaño de soprano) y unido a un tubo cónico.
Acústicamente el instrumento superan la octava, y tiene un parecido muy similar al sonido del saxofón estándar. Algunos instrumentos tienen también llave de octava. Una de los principales retos con estos instrumentos era diseñar un mecanismo deslizante que funcione con el tubo cónico del instrumento. Diferentes inventores solventaron este impedimento de maneras muy ingeniosas y diferentes.
La idea del Slide Saxophone surgió desde diversas necesidades. Tuvo también, por supuesto, un aporte novedoso debido a los efectos de sonido y ruidos “groseros”. Estos fueron los juguetes con los que el saxofón sacó provecho en popularidad y promoción, a su vez el Slide Saxophone ayudaba a captar clientes con sus sonidos extra-musicales. Otros consideraron al Slide Saxophone, por los nuevos efectos, como una complementación al sonido del Jazz y ensembles famosos de la época. Había un gran interés en los sonidos de otras culturas, particularmente las del Medio Este y orientales, y estos sonidos encontraron su lugar dentro de la música popular, incluyendo música espectáculo, conciertos de música popular, música de baile, vodevil, y otras opciones existentes. Y, por supuesto, la emergencia del Jazz incluida frecuentemente en la riqueza de nuevos sonidos nunca antes escuchados en América.
Hubo algunos que consideraron el Slide Saxophone como un nuevo, instrumento musical que podía explorar, con un grado de seriedad, nuevos sonidos y efectos que revitalizarían una nueva experiencia para escuchar. ¿Y por que no?. Hubo trombones y trompetas deslizantes, instrumentos de cuerda (incluyendo guitarras y ukeleles).
Algunos experimentos con el Slide Saxophone fueron llevados a ensembles existentes y experimentados. El número “True Tone” de Junio de 1928, en la Buescher Magazine, contenía este artículo con el saxofón de cuartos de tono.
SPRECHT ON THE AIR
Sprecht interpretó el siguiente programa, formado por grabaciones de Columbia: One More Night, The grass Grows Greener, Way Down Home, Let a Smile be Your Umbrella, We ain’t Got Nothing to Lose. También se interpretaron nuevas grabaciones de canciones folk sureñas tituladas: Echoes of the South, Let’s Remember Yesterday interpretada por Johnny Morris como vocalista. Las novedades musicales incluyendo cuartos de tono fue “Justa a Little Different”.
Sprecht usó una nueva invención con Slide Saxophone, trombón de varas, seis violines, contrabajo y Tympani para sus efectos de cuartos de tono y un tratamiento e innovación musical fue expuesto tanto para la clase alta, como para los fans de las canciones populares!
Quizás una inspiración adicional para el Slide Saxophone vino desde la calidad intrínseca del saxofón, debido a su gran parecido a la voz humana. A pesar del incremento de nuevos y excitantes instrumentos musicales en los años 20 incluyendo el saxofón, este continuaba manteniendo su esencialmente oscuro, suave, y bonito sonido compartiendo muchas cualidades, tanto acústica como estilísticamente, con la voz humana. Es una característica que fue constantemente célebre se buscó en muchos estilos de hacer música de esa época. Todo esto se confirma no solo con la existencia de grabaciones de solistas y ensembles durante la década de los 20, si no examinando y tocando también instrumentos y boquillas de ese periodo. Las características de las boquillas, tanto cámara como construcción, no ayudaban al saxofonista pero si proporcionaban un sonido mas musical y oscuro. Es posible que los diseñadores buscasen combinar su inherente musicalidad con las cualidades mas asociadas a la voz humana, especialmente con el portamento (el deslizamiento sutil entre dos notas).
Este párrafo y el siguiente exploraremos el enrarecido mundo del “Slide Saxophone”. En la primera parte analizaremos el “Royal Slide Saxophone”, mientras que en la segunda finalizaremos con el “King C Saxoprano”.
ROYAL SLIDE SAXOPHONE
La marca que produjo estos inusuales saxophones, Reiffel & Husted, comenzó como la compañía Silversmith en el centro de Chicago (1911). Además fabricaban mercancías de plata para el hogar e industria, reparaban y finalizaban piezas de plata para propósitos privados como comerciales. La I Guerra Mundial demandaba instrumentos militares, especialmente bugles y después cornetas y trompetas en diferentes tonalidades, así como trombones y otros instrumentos de viento metal.
In 1922 Carl Reiffel contactó con Lyon & Healy, también establecidos en Chicago, para hablar sobre la distribución de su nueva creación, el “Slide Saxophone”. En ese momento Lyon & Healy eran una gran marca de distribución de instrumentos musicales. Además de vender la línea completa de saxofones (hechas por otros fabricantes), vendieron la novedad de dos nuevos sopranos con cuales captaron la atención del publico teniendo un perfecto equilibrio. Fueron diseñados para competir con el King Saxello. La respuesta de Lyon & Healy, desde 1922, fue un poco depredadora y no muy esperanzadora. De acuerdo con el articulo aparecido en febrero de 1991 en AMIS newsletter, publicado por Lloyd P. Farrar en Reiffel & Husted la compañía respondió:
“Si la producción del Slide Saxophone es satisfactoria, quedamos a su servicio para autorizar a su marca la fabricación de estos instrumentos para nosotros, cualquiera de las mejoras que incluyan en el instrumentos serán propiedad nuestra; la solicitud de patente serán asignadas a nosotros por su parte, y sin ningún cargo económico para nuestra empresa”
En otras palabras, Lyon & Healy querían ser propietarios del instrumento y sus patentes, mientras no tuviesen que pagar nada por los derechos, investigación, o ideas. Debían permitir únicamente al inventor la oportunidad de suministrar los instrumentos como distribuidor al por mayor único. No sin sorpresa, Carl Reiffel solicitó inmediatamente su propia patente, la cual fue otorgada el 24 de junio de 1924. Desde ese momento el instrumento estuvo en producción, anunciado y disponibles para la venta.
Los anuncios de Reiffel & Husted ensalzaban las muchas innovaciones y virtudes de este original instrumento. Parecía que intentaban que fuese tan popular como el saxofón convencional. Un típico anuncio de Reiffel & Husted en 1922-23 de su catálogo declaraba de forma apasionada sobre la seriedad y viabilidad del instrumento, a pesar de escribir mal “saxofón” nueve de las 10 veces que aparecía.
He disfrutado del placer (si así se puede decir) de tocar el Royal Slide Saxophone de mi colección. Aunque no he usado el instrumento profesionalmente, creo que estoy preparado para “la llamada telefónica”. El instrumento esta construido de forma sólida y posee un rico sonido como el del saxofón soprano. El gran soporte para sujetarlo permite sujetar firmemente el saxofón, y entonces la barra deslizante puede ser utilizada libremente y con diferentes ángulos. La barra deslizante se puede mover fácilmente y las dos llaves de octava permiten un suave y nítido portamento desde un extremo del saxofón hasta el otro. Las notas grabadas en la barra deslizante (F, G, D,…etc.) están al nivel de los ojos, la cual facilita el uso cuando se empieza en diferentes tonalidades (el resto viene dado por la destreza auditiva del interprete). EL cambio de los registros es bastante mas difícil e indudablemente requiere de la enseñanza por parte de un trombonista. A pesar de todos los intentos realizados en la época por popularizar este instrumento con conciertos ocasionales, grabaciones, artículos, y publicidades, es menos práctico y relegado a un segundo plano. Fue una fugaz novedad de la época.
El famoso trombonista de jazz utilizó este instrumento en sus actuaciones durante toda su carrera. No existen datos sobre cuantos fueron fabricados, aunque creo que no hay mas que 10 (incluido el de mi colección).
Toda mi gratitud a Lloyd Farrar de Baltimore, Maryland y Dr. Peggy Banks y al Shrine to Music Museum en Vermillion en Dakota del Sur por su encomiable ayuda. Y un agradecimiento especial a Dean de Fotógrafos Hallmark, Teaneck., NJ, por las extraordinarias fotografías.
Artículo realizado por: Daniel Durán.
Extraido de: The saxophone journal (Artículo original)