Ésta es la poesía con la que Sanguineti describe sus impresiones al escuchar, en 1994, la interpretación de la serie Sequenzas y más concretamente de la sequenza VIIa para oboe, recogiendo claramente en ella la finalidad y sensación descriptiva que le sugiere la música. Berio escribe la secuencia VIIa para oboe solo en 1969 y la dedica a Heinz Holliguer.
De ésta nacerá posteriormente la secuencia VIIb, para saxofón soprano solo, en 1993 para Claude Delangle. Las secuencias son una serie de obras para instrumentos solo en las que se emplea al límite extremo las técnicas del virtuosismo, arrancando los instrumentos de su tradición, ampliándolos en extensión y posibilidades técnicas y musicales. La primera es de 1958 para flauta y seguirá escribiendo hasta su muerte. Inventa, en un juego de manipulaciones y metamorfosis, formas nuevas, nuevos recursos. Sus raíces se encuentran en el serialismo, aunque dicho estilo se notará en forma de pinceladas (música muy puntiaguda, cromática y rítmicamente difícil).
Realización David Pons. Maquetación y programación Adolphesax.com.